lunes, 6 de agosto de 2012

Música liquida


Hace algunos años que se planteó la idea de consumir música como si fuera agua. El planteo es de Leonhard y Kusek ( The Future of music book) y es bastante simple y lineal: el contexto digital permite que se consuma música on demand como si fuera agua de la canilla. En lugar de comprar música embotellada (cds, Lps, álbumes, discos, etc...), se compra suscripción a la redes de contenidos accesibles desde terminales. Por algún lado leí que Bowie por los años ochenta había pronosticado que "en el futuro abriríamos el grifo y saldría música", una afirmación bastante acertada.
La metáfora, por razones obvias, hace pensar en la idea de liquidez en la que desde hace tiempo que insiste Zigmunt Bauman. Si bien los dos conceptos no tienen relaciones directas, el modelo de música como agua se inscribe, como todo otro modelo de consumo, negocios y producción, en el contexto de modernidad líquida y por lo tanto se pueden tratar de hacer una serie de remisiones.
El capítulo 3 de Vida Líquida, de Bauman, se llama "La cultura: indisciplinada e imposible de controlar" y analiza la tensión que hay entre gestores culturales, productores de cultura (artistas) y consumidores, tratando de explicar quién produce qué, quién lo consume y quién lo legitima y quién le da valor.
El quiebre entre la era "sólida" y la era "líquida" se puede aplicar perfecto a la industria de la música. En la era sólida la industria musical se manejaba en un modelo claro en donde intervenían majors y medios masivos, y del otro lado de la mesa los músicos. El modelo de tensión entre gestor y creador era claro, era un acuerdo de "hermandad fraticida" (según palabras de Bauman) porque unos se necesitaban a otros, el gestor necesitaba músicos para explotar, el músico que quería vender necesitaba gestores que se ocupen de su comercialización y lo inserten en el mainstream.
Según Bauman, el rol de los gestores cambia entre el modelo sólido y el modelo líquido. En el primero el sistema funciona de forma previsible, en un sistema industrial y en base a productos perdurables. En el modelo líquido hay imprevisibilidad, discontinuidad y olvido: los productos culturales son obsoletos y los caminos para legitimar la producción del artista son muchos. La explicación de Bauman, trasladada al mundo de la música se hace evidente en la multiplicación de medios y canales de acceso que permiten desintermediar la puesta en circulación del producto. Sin embargo el artista necesita de todos modos pasar por un intermediario que lo legitime. Dice Bauman: "para bien o para mal, las creaciones culturales necesitan gestores para no morir en la misma torre de marfil en donde fueron creados", ese quizás sea el rol que empiezan a asumir los sellos chicos, las netlables y, por supuesto, que sigue teniendo el metadiscurso periodístico actual en blogs, micro-blogs y diversos medios sociales.

La música hoy "sale del grifo", y al cambiar y hacerse líquida, también cambia la forma en la que el oyente la percibe, la valora y la usa. Habrá que ver en qué medida el disfrute es compatible con el consumo.

sábado, 7 de enero de 2012

Montañas y libros




El fin del libro. El final de la era Gutemberg. Un cambio en los modos de conocimiento y el mantenimiento de una condición humana a pesar de ello. Todos estos temas que a todos ya nos suenan conocidos, son los que inspiran los trabajos de Guy Laramee.

Según él mismo y a partir de lo que dice en su propia web:
"My work, in 3D as well as in painting, originates from the very idea that ultimate knowledge could very well be an erosion instead of an accumulation."

La idea de esculpir libros suena a paradoja, pero a la vez afirma la intención del autor de expresar que existen más formas de conocer que las formas lineales en las que fuimos formados.
El resultado impresiona.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Cabeza de música

En las fotos de Michael Weintrob se nota desde lejos que su autor es un melómano empedernido. No sólo porque sus fotos son imágenes de presentaciones en vivo o retratos de músicos, sino porque sus puestas en escena y su sensibilidad en el ojo comunican muchísimo más que el mero testimonio de la situación.
La serie Instrument Head, que se presenta en Barcelona en estos días en el marco del Festival internacional de Jazz lo demuestra: cada retrato sustituye la cara del músico por su instrumento. La semántica de la serie es simple: cabezas de instrumento, accesorios y algún que otro gesto. El fondo es neutro. Y con eso le basta al fotógrafo para sintetizar lo más característico del personaje retratado.
Las imágenes hacen acordar a la serie de cuadros de Magritte (La Idea, El hijo del Hombre, La gran guerra, El principio del placer...se pueden googlear) en los que se usa exactamente la misma operación retórica. Para ser técnico: sustituciones metonímicas.

Instrument Head se puede ver hasta el 2 de Diciembre en el Silken Gran Hotel Havana.

domingo, 2 de octubre de 2011

Vini, vidi, vinilo

Una pequeña gran tienda de discos a pasos del Mercado de Santa Caterina.
Muchos vinilos muy bien ordenados, clasificados y mantenidos. "Discos de verdad", según ellos mismos.
Visca el microsurco.


El link a su blog y 2 recomendaciones más para fanáticos del vinilo:

martes, 13 de septiembre de 2011

Boris Vian, Sartre, el jazz y la tecnología

"El jazz es como los plátanos; se consume en el mismo lugar", escribió Sartre en algún lado. Una opinión muy válida en la época en la que fue formulada; sin embargo, Sartre no contó con los progresos técnicos y el advenimiento del microsurco de alta fidelidad. Hoy vivimos en una epoca en la que se pueden transportar los plátanos y los mangos por avión, y poner poner el jazz en conserva con todas sus cualidades intactas."
Boris Vian, 1947

Este comentario seguro que era elocuentísimo hace 64 años, pero visto que los progresos siguieron progresando, se me ocurre que estaría bueno hacerle una puesta al día.

Al respecto de todo esto se me vienen cinco cosas a la cabeza:

1- que si comes un plátano canario en las canarias (o un marisco en Galicia, o un queso parmesano en Parma...) va a tener mejor gusto que comiéndolo en otro lado, simplemente porque está más fresco. Lo mismo pasa con el jazz. Punto para Sartre.
2- que esta postura es cierta pero también se hace demasiado cara, y entonces se vuelve un poco snob. Nada va a impedir que disfrutes de un buena grabación de jazz actual si no pudiste ir al concierto. Lo mismo pasa con los plátanos. Punto para Vian.
3- que a pesar de que la cantidad de música registrada sea casi infinita, sigue pasando por un filtro censor. Si se graba es porque ya lleva el aval de quien lo graba, y si no hay aval la calidad suele ser bastante baja. El mejor plátano probablemente sea uno que no se exportó. Punto para Sartre.
4- que el acceso a montones de músicas registradas en todos lados del planeta y en todo momento, también enriquece a los músicos de jazz y, por lo tanto, también a la evolución de su música. Punto para Vian.
5- por último, que la compresión de la música está arruinando bastante a la alta fidelidad. Punto para el microsurco.

"Una opinión muy válida en la época en que fue formulada" y todavía da para hablar. Empate.

domingo, 14 de agosto de 2011

Teoría de las redes y libertad

Cito a M. Houellebecq. O mejor dicho, al narrador que M. Houellebeck escribe en Ampliación del Campo de Batalla. O mejor dicho, a lo que el narrador dice de J.Y. Fréhaut, experto informático, empleado ejemplar y tecno-teórico con aspiraciones de gurú.
Nota: el libro es de 1994, Zuckerberg en ese momento era un pichón y la palabra red todavía remitía más a los deportes de raqueta que a la informática.


"Conozco un poco a este chico, entramos en la empresa al mismo tiempo, hace tres años; compartíamos el mismo despacho. Una vez hablamos de civilización. El decía -y en cierto sentido lo creía de verdad- que el aumento del flujo de información en el seno de la sociedad era, en sí, algo bueno. Que la libertad no era otra cosa que la posibilidad de establecer interconexiones variadas entre los individuos, proyectos, organismos, servicios. Según él, la libertad máxima coincidía con el máximo número de elecciones posibles. Era una metáfora que había tomado prestada de la mecánica de los sólidos, llamaba a estas elecciones grados de libertad.
Recuerdo que estábamos sentados cerca de la unidad central. El aire acondicionado emitía un ligero zumbido. El comparaba en cierto modo la sociedad a un cerebro, y los individuos a otras tantas células cerebrales, para las que resulta deseable establecer un máximo de interconexiones. Pero ahí terminaba la analogía. Porque era un liberal, y no muy partidario de lo que en el cerebro es tan necesario: un proyecto de unificación.
Su vida, como supe después, era extremadamente funcional. Vivía en un estudio del distrito quince. La calefacción estaba incluida en el alquiler. Casi no iba por allí más que a dormir, porque de hecho trabajaba mucho -y a menudo fuera de las horas de trabajo, leía Micro Systemes-. Los famosos grados de libertad se resumían, en su caso, en elegir la cena a través del Minitel."
Michel Houellebecq, Ampliación del campo de batalla.

sábado, 5 de marzo de 2011

You are here (geolocalización)

Durante 2010 explotó la geolocalización con la adopción generalizada de smartphones y parece que 2011 es el año de las redes sociales que trabajan con GPS.

Según José Luis Orihuela, estas redes producen "crowsourcing de información hiperlocalizada" y seguramente ganen mucho espacio en el mapa de medios gracias a la información útil generada de forma colectiva, a su ubicuidad y al hecho de que la publicidad que se hace a través de ellas no es intrusiva.
Foursquare ya es un exitaso bestial y su creador, Dennis Crowley, ya se convirtió en semi-gurú.

Volviendo a casa, pasé por adelante de un local de zapatos Camper, en el Raval. No pude contenerme de sacar esta fotito.

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